Paseaba Sócrates
por el mercado de Atenas, pobremente vestido, y se admiraba de la abundancia de
objetos que veía en los tenderetes.
Finalmente dijo satisfecho:
- ¡Cuántas
cosas no necesito!
San Josemaría
Escrivá, nos da un consejo sobre cómo practicar la pobreza
cristiana: “No lo olvides: aquél tiene más que necesita menos. No te crees
necesidades” (Camino, 630).
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