Se multiplican en Francia las acciones en apoyo de
Nicolas, el joven de 23 años condenado el pasado 19 de junio a cuatro
meses de prisión -de los que deberá cumplir dos- y una multa de 1000
euros por “rebelíón” tras ser arrestado cuando, junto a un grupo de
otros trescientos jóvenes, estaba reunido en los Campos Elíseos para
protestar pacíficamente contra el “matrimonio” homosexual.
Allí
recibieron una dura carga policial, tras la cual Nicolás se refugió en
una pizzería, donde policías vestidos de civil entraron violentamente
para detenerle.
En declaraciones recogidas por el digital español Religión en Libertad (ReL),
una joven testigo de los hechos, Anastasia, ha descrito los excesos
durante la detención de Nicolás, señalando que iban específicamente a
por él, por su capacidad de liderazgo: “Creo que le vigilaban
personalmente”. Nicolas, un brillante universitario que estudia dos
carreras, es uno de los cofundadores de Les Veilleurs, un movimiento
juvenil pacífico de oposición a la ley Taubira.
La condena de Nicolas es la culminación, fuera ya
de todo límite, de la violenta y desproporcionada respuesta del Gobierno
Hollande a la tenaz movilización de la sociedad francesa en defensa de
la identidad diferencial del matrimonio entre el hombre y la mujer y el
derecho de los niños a un padre y una madre. Una movilización que no ha
cesado tras la entrada en vigor de la Ley Taubira y que ha desbordado
cualquier previsión. Han sido ya cientos de detenciones y 150 arrestos,
violencia, presiones, intimidaciones y acoso policial, lo que ya ha
provocado denuncias ante el Consejo de Europa y la ONU.
La Manif pour Tous
ha lanzado una alerta exigiendo la inmediata liberación del joven
Nicolas, suscrita en un solo día por cerca de 25.000 personas. En
decenas de ciudades se han producido manifestaciones por el mismo
motivo. El gobierno pretende estar tomando la medida a La Manif pour
Tous, pero su respuesta sigue siendo bien clara: “On lâche rien,
jamais!”.
Apoyo público del Obispo de Bayona: “¡No se puede encadenar la Verdad!”
Ha sido también especialmente
destacado el apoyo público de monseñor Marc Aillet, obispo de Bayona, al
joven encarcelado, lo que demuestra –como ha destacado también ReL-
el compromiso coherente, no sólo teórico sino fundamentalmente
práctico, de buena parte de los obispos franceses en defensa del
matrimonio y la familia.
Monseñor Aillet, a través de un comunicado,
ha señalado que “los cargos parecen surrealistas, y la pena
desproporcionada en relación a los hechos. Se trata, manifiestamente, de
una forma política de represión policial y judicial que marca un punto
de inflexión en el tratamiento arbitrario contra quienes se oponen al
matrimonio y a la adopción por parejas del mismo sexo”.”Aprecio el
compromiso del joven Nicolás”, concluye monseñor Aillet su valiente
declaración, “y el de quienes, como él, trabajan para defender con
determinación y sin violencia el derecho de los niños a crecer con un
padre y una madre… Ellos son el orgullo y la esperanza de nuestra
sociedad. Su coraje, hasta llegar a la prisión, es ya una victoria: ¡no
se puede encadenar la Verdad!”.
Declaraciones de la madre de Nicolas
Finalmente, no pueden dejar de destacarse las declaraciones de la
madre de Nicolas, quien tras llamar a la calma y la serenidad ha
afirmado que “La verdad está con nosotros y la verdad nos hace libres”.
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