La actriz mexicana Karyme Lozano adquirió celebridad en su país como protagonista de telenovelas de gran éxito en Televisa y Univisión, y posteriormente vivió una conversión paralela a la de su compatriota Eduardo Verástegui, con quien colabora en la organización católica Manto de Guadalupe.
Alegría por la Madre Teresa de Calcuta
Recientemente fue entrevistada por Nunu en el Blog de Los Ángeles y detalló algunos de los motivos por los que volvió a la fe en un día muy especial: el de la canonización de la Madre Teresa de Calcuta, ante la cual Karyme se siente "feliz, emocionada, espiritualmente hablando ¡brincando de júbilo! La Madre Teresa siempre ha sido un gran ejemplo, para mi hija, para mí, mi esposo, mis amigos… Es una mujer que ha tocado millones de corazones, no solamente el de los católicos, una verdadera Santa en toda la extensión de la palabra, un modelo a seguir".
"No sólo que se expresaba y hablaba bellísimo", añade: "Lo que más me conmueve de ella es que era una mujer de acción. Sabia, llena de Dios, pero mujer de acción. Siempre luchando, siempre abriendo casas para dar asilo a los pobres…".
"¿Y lo que más te inspira de ella?", le pregunta Nunu.
"Su humildad. Ese amor profundo y verdadero por el prójimo, por los más débiles. Yo he ido a visitar los conventos de las Misioneras de la Caridad y es impresionante, como todas ellas recogen de las calles y de los basureros a los niños pobres, a los moribundos en las áreas más deprimidas, a los deformes… A los que nadie quiere. Es muy triste y a la vez tan hermoso saber cómo era ella, toda amor, toda compasión, toda misericordia. Solía decir que no hay pobreza más grande que la soledad… Y la forma en como ella entregaba su amor, es para mi el mayor ejemplo de amor verdadero".
Un "no" a la eutanasia, un "sí" al perdón
Karyme explica que hubo "un cambio muy fuerte" en su vida a raíz del fallecimiento de su padre en 2009, y cómo el rechazo de la eutanasia que le propusieron tuvo unas consecuencias imprevistas:
"Su enfermedad fue larga y difícil. Sufría mucho y los médicos me ofrecieron la posibilidad de ayudarle a morir. Básicamente, podía decidir si le hacían la eutanasia. Por más que me resultaba demasiado difícil verle sufrir, algo dentro de mí no me permitía tomar una decisión así… ¿Matar a mi padre? Mi corazón me decía que eso no podía ser lo correcto…
»Mis padres llevaban divorciados veinticinco años, después de estar casados otros veinticinco. La herida nunca se cerró. Le hablé a mi mamá y le dije: mi papá está listo para morir, pero no se va, no sé qué hacer, ¿no será que se quiere despedir de ti? Así logré que llegara mi mamá, entró al cuarto sola y al salir le pregunté, ¿qué le dijste? Y ella me confesó: que le perdonaba por todo, que me perdonara él a mí, y que ya se fuera en paz, que Dios le estaba esperando. Muy poquito tiempo después, mi papá falleció.
»Para mí fue algo tan claro, tan evidente… ¿Qué hubiera pasado si no le hubiera dado la oportunidad de morir cuando Dios quiso, cuando la vida se lo llevó? No le habría dejado cerrar su ciclo, y en el corazón de él y en el de mi mamá habría quedado una herida abierta para la eternidad. Mi papá se aferraba a la vida porque tenía algo pendiente. Para mí fue impactante y una enorme lección de que, aunque no lo entendamos, los tiempos de Dios son perfectos".
Aceptar la vida siempre compensa
Karyme Lozano se ha comprometido también en la lucha por la vida de los no nacidos: "Me gusta defender la vida desde el instante en que se concibe un ser humano… Porque no hacerlo, como decía la Madre Teresa, es el peor enemigo de la paz . Ella pensaba que un país nunca tendría paz si sus leyes no eran capaces de defender ni siquiera la vida de los más indefensos, como son los bebés en los vientres de sus mamás. Y a mi parecer, es un pensamiento enormemente sabio".
Y, como madre soltera que fue, tiene algo que decir a las mujeres que se encuentran ante un embarazo imprevisto: "Que sean valientes, y que, si están embarazadas, abracen la vida. Yo desde aquí les aseguro que aunque ahora crean que es lo peor que les podía haber pasado en la vida, es lo mejor, aunque ahora no puedan verlo. Que tengan fe en la misma vida, que si ya la vida existe, Dios no se equivoca, y que tengan coraje, que les juro que no se van a arrepentir".
La fe que perdura
Su hija Ángela tiene ahora quince años. Tenerla le ha enseñado "el significado del amor incondicional".
Y el mejor regalo que le ha hecho, explica a preguntas de Nunu, es, "sin duda, el de la fe": "Más que nada que pueda dejarle en herencia, la fe es el mejor regalo que los padres pueden darle a sus hijos,porque es algo que siempre les acompañará y les guiará por el resto de su vida, aún cuando faltemos nosotros".
Felicidad en la familia e ilusión en el trabajo
Karyme contrajo matrimonio hace cinco años con Michael Domingo: "Como mi esposo también es creyente, sabemos que el matrimonio no es cosa de dos, es de tres, así que con la ayuda de Dios, hemos alcanzado una estabilidad en casa muy bonita".
Ese regreso a la fe supuso un cambio radical en su carrera, porque empezó a rechazar papeles que no estaban en consonancia con su nueva visión de las cosas. Pero ha reorientado su trabajo profesional escribiendo, produciendo y dirigiendo sus propios proyectos, como el corto The true meaning of love [El verdadero significado del amor], seleccionado para participar en el Festival de Cortos de Los Ángeles.
Y pronto volverá a actuar, en el cine, interpretando un papel en la película norteamericanaHeavenquest.
religionenlibertad.com
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