Henry Box Brown se ganó a pulso su sobrenombre de Caja. Fue un 29 de marzo, pero de 1849, cuando este esclavo negro decidió huir de su cautiverio. Para ello, se metió en un cajón de madera y se envió a sí mismo a una región de Estados Unidos donde la esclavitud estaba abolida.
Brown nació en 1815 en una plantación llamada Hermitage en el Estado de Virginia, al sur del país.
Como en otros territorios sureños, la esclavitud estaba a la orden del día. Al ser hijo de esclavos, por ley, él también nació esclavo. A los 15 años de edad fue enviado a trabajar a una plantación de tabaco, tal y como cuenta en su autobiografía Narrative of the Life of Henry Box Brown.Allí conoció a su mujer Nancy, con la que se casó -un matrimonio no reconocido por las instituciones de Estados Unidos, ya que ni a esto tenían derecho los esclavos- y tuvo tres hijos.
El negrero que poseía a la familia decidió vender tanto a la mujer como a los hijos de Henry, a pesar de que éste había pagado a su dueño para que no lo hiciera. Después de esta traición, decidió que era el momento de escapar con el principal objetivo de poder recuperar en un futuro a su familia.Cuando tenía 33 años, en 1849, Henry Brown urdió un plan para huir.
Consistía en introducirse en una angosta caja, que no medía ni un metro cuadrado, y enviarse al Philadelphia Vigilance Committee, un grupo de personas de Filadelfia (Estado de Pensilvania) que, entre otras cosas, velaban por el cumplimiento de la abolición de la esclavitud. Henry entregó 86 de los 166 dólares que tenía ahorrados a dos hombres para que le ayudaran a conseguir su libertad.Ellos eran James Smith, un hombre negro libre, y Samuel Smith, un zapatero blanco sensibilizado con la causa. Ambos acudieron a Filadelfia para poder llevar a cabo correctamente su plan.
Allí no sólo hablaron con el Comité de Vigilancia, sino que se pusieron en contacto con ministros del Gobierno para saber cómo actuar.Y el gran día llegó. Fue el 29 de marzo de 1849 cuando Henry se quemó la mano con ácido sulfúrico intencionadamente para faltar ese día al trabajo. Se metió en la pequeña caja, con apenas unos víveres y muy poca agua, y comenzó su viaje a la libertad. Para que su odisea fuese más segura, hizo un pequeño agujero para respirar y colocó dos etiquetas que indicaban "esta parte hacia arriba" y "manejar con cuidado".
A pesar de ello, la caja fue golpeada, arrastrada y, en muchos casos, volteada. Durante bastante tiempo permaneció en una posición incorrecta. Brown se las tuvo que ingeniar para no moverse y no alertar a los transportistas. Adams Express fue la compañía elegida para transportar al esclavo en tren, barco de vapor y otra vez tren, en un tortuoso viaje de 27 horas en completo silencio en el que casi muere.El 30 de marzo, por fin llegó a la libertad. En Filadelfia lo desembalaron y Brown pudo iniciar una nueva vida. Se convirtió en un firme defensor del abolicionismo de la esclavitud en su país.
El mismo año que escapó, ya siendo un hombre libre, se puso en contacto con el propietario de su familia e intentó comprar a su mujer e hijos, pero este se negó a ello. Para Henry supuso una gran frustración, ya que era el principal objetivo de su huida.En 1850 de nuevo tuvo que huir debido a la ley de Esclavos Fugitivos, que trató de encontrar a todos los sometidos que habían escapado. Brown se mudó a Inglaterra con su nueva familia y allí se convirtió en mago y showman. Años después, siendo ya conocido en el mundo de la farándula, volvió a Estados Unidos para seguir reclamando los derechos de los negros cuando la abolición de la esclavitud fue conseguida.
Fran Sánchez Becerril
elmundo.es
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