Así podríamos traducir, libremente, claro está, el lema de este anuncio: Stop at never. Lo aplico a nuestro trabajo: trabajar cada día mejor.
Lo aplico a nuestro apostolado: llegar cada vez a más gente y mejor.
Lo aplico a nuestra vida de relación con Dios: rezar más y mejor, agradecer tanto que hace por mi.
Lo aplico a...
¡Te toca!
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