Espera, Sevilla, espera
más tarde, de madrugada;
cuando Triana, dormida,
no advierta que se le marcha
más tarde, de madrugada;
cuando Triana, dormida,
no advierta que se le marcha
Mira bien que es marinera
y eso lo sabe Triana,
que tiene miedo a perderla
y no le gusta que salga.
y eso lo sabe Triana,
que tiene miedo a perderla
y no le gusta que salga.
Le tiene miedo a ese puente,
que se alarga cuando pasa
porque le dure más tiempo
la blandura de su carga.
que se alarga cuando pasa
porque le dure más tiempo
la blandura de su carga.
Y le da miedo ese río
que desde siempre le aguarda
con la tentación segura
de su camino de agua.
que desde siempre le aguarda
con la tentación segura
de su camino de agua.
Y ten cuidado con ella
cuando contigo se vaya.
No olvides con cuantos miedos
te la dejan confiada.
cuando contigo se vaya.
No olvides con cuantos miedos
te la dejan confiada.
Tú sabes tanto de Vírgenes,
Sevilla, que no hace falta
que te diga cuantos mimos
necesita la Esperanza.
Sevilla, que no hace falta
que te diga cuantos mimos
necesita la Esperanza.
Tú, que la llamaste Pura
cuando Roma lo callaba
y que sembraste azucenas
en lienzos de Inmaculadas.
cuando Roma lo callaba
y que sembraste azucenas
en lienzos de Inmaculadas.
A ti, que nombras tu torre
-rima mi verso Giralda-
con advocación de Virgen,
Torre Fuerte Sevillana,
¿ a qué decirte, Sevilla,
cómo tienes que cuidarla?
-rima mi verso Giralda-
con advocación de Virgen,
Torre Fuerte Sevillana,
¿ a qué decirte, Sevilla,
cómo tienes que cuidarla?
Pero es tan niña y tan Madre
y te va tan desolada
tan tremendamente herida
tan sola y amargada…
y te va tan desolada
tan tremendamente herida
tan sola y amargada…
Mímala mucho, Sevilla,
cuando contigo se vaya.
cuando contigo se vaya.
Y en cuanto amanezca el día,
mañana bien de mañana,
como te llega, Sevilla,
devuélvesela a Triana.
mañana bien de mañana,
como te llega, Sevilla,
devuélvesela a Triana.
Manuel Garrido López
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