Con una madre drogadicta, la gimnasia rescató a la reina de este deporte.Simone Biles ha comenzado a forjar su leyenda en los Juegos Olímpicos. La pequeña gimnasta estadounidense, llamada a ser proclamada reina de Río 2016, ya está en la senda de Nadia Comaneci.
Cuarenta años después de que la rumana asombrase al mundo en Montreal-76 con el primer 10 de la historia olímpica. Biles apunta a colgarse en Río cinco oros, lo que ninguna otra gimnasta ha conseguido en unos Juegos. Es la gran favorita en concurso general, salto, barra de equilibrio, suelo y por equipos. Sólo se le podría escapar en las paralelas asimétricas.
En el resto de aparatos a la afroamericana se la considera ya intratable.Simone Biles ha comenzado a forjar su leyenda en los Juegos Olímpicos. La pequeña gimnasta estadounidense, llamada a ser proclamada reina de Río 2016, ya está en la senda de Nadia Comaneci. Cuarenta años después de que la rumana asombrase al mundo en Montreal-76 con el primer 10 de la historia olímpica. Biles apunta a colgarse en Río cinco oros, lo que ninguna otra gimnasta ha conseguido en unos Juegos. Es la gran favorita en concurso general, salto, barra de equilibrio, suelo y por equipos. Sólo se le podría escapar en las paralelas asimétricas. En el resto de aparatos a la afroamericana se la considera ya intratable.
Comaneci, que conquistó cinco medallas en Montreal (tres de ellas de oro) y cerró su carrera con cinco títulos olímpicos, se convirtió en mito cuando sólo tenía 14 años. Biles tiene 19 y acaba de debutar en unos Juegos, pero después de ser la única con tres títulos mundiales consecutivos en el concurso general y con diez coronas universales, Río se prepara para asistir a la consagración de esta pequeña gimnasta (1,45 metros) que con una descomunal potencia de piernas exhibe expectáculo con ejercicios de máxima dificultad.
Biles ha revolucionado la gimnasia y, como símbolo del orgullo de Estados Unidos, incluso la aspirante a gobernar el país más poderoso del planeta, Hillary Clinton, recurre a las redes sociales para felicitar y dar ánimos a esta joven estrella.
Precisamente, Biles ha sido modelada en un gimnasio de Texas tutelado por la mujer del técnico que en su día encumbró a Comaneci, Bela Karolyi. El entrenador que llevó a la gloria a la rumana está convencido de que la explosividad, talento y ritmo que atesora la espectacular Biles confirmarán el relevo.
«En aquella época, Nadia fue considerada como la perfección absoluta. Después, a Mary Lou Retton (campeona del concurso individual en Los Ángeles-84) se le vio como una de las niñas maravilla de la historia de la gimnasia, y ahora es el momento de Simone», ha aventurado el veterano técnico. «Jamás vi a alguien con más talento. Nadie la puede batir», ha dicho de ella Retton, otra ídolo de la gimnasia americana que fue coronada en este deporte en los Juegos de su país.
A Simone Biles, que presume de una acrobacia en suelo que lleva su nombre, un doble mortal en plancha y medio giro antes de aterrizar a ciegas, le encanta arriesgar después de no haberlo tenido nada fácil.
Con la madre de Biles y de otros seis hijos golpeada por el alcohol y las drogas, fueron su abuelo y su mujer quienes tuvieron que hacerse cargo de ella, y de una de las hermanas de la gimnasta, cuando sólo tenía tres años. Hasta que fue adoptada, antes debió ser cuidada por los servicios sociales. A los seis años su vida cambió para siempre. Apareció en el gimnasio de Aimee Boorman y desde entonces no se ha separado de su entrenadora, que vio en Biles un diamante en bruto.
abc.es
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