Hablamos de Fedor Karamazov delineado por Dostoyevski en su novela Los hermanos Karamazov. Fedor, el padre de los hermanos que dan título a la novela, tiene tres hijos de dos matrimonios y un cuarto ilegítimo del que se rumorea es también progenitor. Está sumido en el alcohol y se deja llevar por la sensualidad sin ningún freno, es también avaro y oportunista.
Querría ser de otro modo, conserva la noción de bondad y de santidad, inclinándose ante ella cuando la reconoce en otros, pero carece de voluntad para enderezarse. A sus más de cincuenta años se ve preso de la esclavitud de sus debilidades.
Lucha contra esos pecados de debilidad porque de lo contrario irán conquistando cada vez más terreno, y cada vez te será más difícil resistirte a ellos. No abuses de la compasión a que mueve la debilidad de quien cae por esta causa y pide a Dios la ayuda necesaria para luchar eficazmente. No lo dejes para mañana, empieza hoy la lucha.
Los hilos que te atan hoy pueden mañana transformarse en sogas, y las sogas en cadenas, si no pones tu lucha decidida. Eres débil, pero recuerda que, como san Pablo, en Cristo eres fuerte, te basta su gracia para desequilibrar el combate y vencer (cfr. 2 Co 12, 1-10).
Antonio Fernández
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