Cuentan que el comienzo de la construccion de carreteras en Camerun fue costoso. Los nativos trabajaban bien, de sol a sol, si el ingeniero frances estaba presente.
Pero si por cualquier motivo el ingeniero debia ausentarse, entonces los peones camineros se buscaban una buena sombra y se tumbaban a la bartola. No sirvio de nada nombrar capataces, que al pedir mas trabajo, recibian desobediencias en ausencia del frances. Y, claro, el progreso de las obras era penoso...
Este despues de meditarlo mucho les dijo:
- Me voy a tener que ir a la ciudad, pero voy a dejar mis gafas encima de la silla: os estare viendo todo el rato.
Y premiare a los buenos trabajadores y castigare a los vagos.
Y de esa manera tan sencilla logró que la gente trabajara estuviera el presente o no.
Ya decía Jorge Manrique que "son condiciones de mudanza las condiciones de ausencia". Nos ayuda en nuestros quehaceres diarios tener presentes a quienes amamos. Pero, sobre todo , es determinante en nuestro actuar caer en la cuenta de que siempre estamos en la presencia de Dios, que es nuestro Padre. Que nos bendice, nos ayuda, nos perdona y nunca nos deja solos.
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