No podemos hacerlo por tí. En muchas cosas. Ni morirnos, ni operarnos, ni nada de nada, en cuanto a la salud. Lo que si podemos hacer por los otros es rezar, es animar, alentar, ayudar, pero hay asuntos en los que uno mismo es el único responsable: la vida cristiana. Como no luchemos, no podremos hacer lo que dicen los de Tráfico: "conducir por ti".
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