viernes, 17 de agosto de 2012

A PROPÓSITO DE MEDIDAS

   Un campesino iba con frecuencia a la ciudad para llevar a un panadero la manteca necesaria para la elaboración del pan, y por cada kilo de manteca recibía un kilo de pan. Una vez, tuvo el panadero la curiosidad de comprobar cuánto pesaba la manteca que le acababan de entregar, y descubrió que de la entrega última -cinco kilos- faltaba medio-, así que pidió explicaciones. El campesino, que estaba prevenido, contestó tan tranquilo:

   -No sé qué decirle. Como en mi casa tengo balanzas, pero sin pesas, me arreglo siempre poniendo en un platillo de la balanza el pan que usted me da, y en el otro un peso igual de manteca.

   Ni que decir tiene que el panadero quedó avergonzado.

       Es oportuno recordar las palabras de  Cristo ha dicho: Con la medida con que midiereis, seréis medidos (Mt 7,2). Y reavivar en nuestra vida el valor por excelencia: la caridad.

Cfr. F. Spirago, Catecismo en ejemplos

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