En una biografía del Emperador Carlos V, se cuenta que el citado monarca estaba un día rezando en su oratorio cuando le avisaron que quería verle un embajador suyo, el cual tenía asuntos importantes que comunicarle.
El Emperador dijo al que dio este aviso: Decidle a ese embajador que estoy con otro asunto más importante. Me ha recibido en audiencia el Rey de reyes. Y continuó haciendo su oración.
Jesús Azcárate
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