viernes, 9 de diciembre de 2011

«NECESITAMOS A MARÍA»

   Puede alguien considerar que tal o cual vida humana no vale la pena, que está de sobra, que no sirve para nada. Quizá cuando se trata de un anciano, de un minusválido, de un enfermo incurable... Escribe una profesora de Preescolar su experiencia sobre la conducta de una niña de tres años -María- afectada por el síndrome de Down (mongolismo) en la clase que dirige. Los pequeños compañeros están encantados con ella. Termina así el relato de sus impresiones:

   «María tiene un pequeño cerebro lleno de posibilidades que a nosotros toca descubrir. De un gran cerebro extraordinariamente dotado para la sensibilidad. No sé si alguien creerá que María es diferente a los demás niños, que incluso es inferior a ellos: pero si, por cualquier motivo, María falta al Colegio, los niños me avasallan a preguntas. ¿Dónde está María?, ¿va a venir pronto?, ¿por qué no viene? Y mi clase, que es como un mundo en miniatura, como una futura sociedad, queda incompleta si ella no está sentada en su pupitre, porque los niños y yo necesitamos a María».

       Cfr. Fundación Síndrome de Down de Cantabria, Boletín Informativo, nº 2

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