La profesora se queda intrigada ¿de quién será esa mano? ¿será la mano de Dios?… Al fin se decide a preguntarle y el niño le dice: -”es tu mano” Recordó la profesora que al principio de curso el niño estaba algo solo y en el recreo paseaba cogido de su mano.
Vicente Huerta
Anecdonet
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