A día de hoy no se sabe si Maddy Curtis, una niña de 16 años que participa en el programa American Idol -versión original del Tú sí que vales español-, habrá superado la eliminatoria de Hollywood. Pero lo que de verdad hace especial a Curtis, al margen de los logros conseguidos en American Idol, es un enorme amor a la vida, una gran valentía para defender los valores en los que cree y su gran generosidad.
Es la novena de una familia de 12 hermanos. Nacida en Virginia, comparte la mayor parte de su tiempo libre con su hermano mayor, Johnny, y los tres menores: Jesse, Daniel y Justin. Hasta ahí nada novedoso.
El mundo a todo color
Pero cuando Maddy continúa contando su historia, como hizo ante el jurado de American Idol, llegan las sorpresas. Johnny nació con síndrome de Down y los padres de Maddy decidieron que le vendría bien tener algún otro hermano como él, así que, después del nacimiento de Maddy, adoptaron a Jesse, también con síndrome de Down.
Poco después llegaron a casa Daniel y Justin, también adoptados y también con síndrome de Down.
ALBA
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Pues este defendía la castidad y vea el resultado.
ResponderEliminarhttp://angelsanchezt.blogspot.com/2009/06/american-idol-discrimina-joven-que.html
Gracias por el testimonio
Valiente testimonio. Una prueba más de que hay que ir a contracorriente. Es evidente la postura de American Idol y desconozco el desenlace del caso de Maddy. Lo importante es animar al personal a perder los respetos humanos. No en vano Juan Pablo II decía los enemigos de Dios y del hombre (al final son los mismos) de lo único que tienen miedo es de que los cristianos perdamos el miedo. Felicidades por tu blog. Me he apuntado como seguidor
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