miércoles, 4 de enero de 2012

EL PELIGRO DE HABLAR CLARO

   Suele contarse que un reyezuelo árabe llamó a uno de sus consejeros y le pidió que le informara de qué pensaban de él sus súbditos. Parece ser que el consejero contestó:

-Señor, ¿deseáis una respuesta que os agrade o la verdad?
-La verdad por dolorosa que sea.
-Os la diré, señor, si me prometéis a cambio la recompensa que os pida.
-Está concedida. Podéis pedir cualquier cosa.
-Me basta una cosa muy sencilla: un caballo para huir en él apenas termine de decir la verdad. 

J. EUGUI

1 comentario:

  1. Si, es cierto y está de moda la palabra "filtro"
    en lo referente a no decir todo lo que se piensa!!

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