lunes, 16 de enero de 2012

HISTORIA DE UNA FALSEDAD

Potemkin
   Para muchos el nombre de Potemkin está ligado a un acorazado y a una película histórica. Pero poco más sabríamos decir.

   Fue Potemkin el privado de Catalina II de Rusia. En cierta ocasión le entregó una cantidad fabulosa de dinero para que se ocupara de favorecer la emigración de habitantes a la península de Crimea, que estaba muy despoblada. El hombre de confianza dilapidó el dinero. La cosa es que la emperatriz empezó a desconfiar y emprendió viaje a Crimea para ver con sus propios ojos el destino de los millones de rubios. 

  No se arredró Potemkin. Mandó llamar a todos los campesinos y mercaderes de los contornos, y los reunió en los parajes por donde había de pasar Catalina. Construyó casas de tablas con tejados de cartón. Hizo acudir a numerosísimos barcos del imperio al puerto que visitaría la reina, de modo que pudo contemplar un auténtico bosque de mástiles. Pura apariencia.

   Una historia curiosa. La verdad es que en esta vida podemos aparentar y engañar a nuestros semejantes. No sucederá lo mismo con Dios. Al final, caerá el cartón y se verá la realidad. Bueno es saberlo.

Cfr. F. Spirago. Catecismo en ejemplos

No hay comentarios:

Publicar un comentario