La incredulidad, poco a poco, fue dando paso a la conmoción, sobre todo porque Michele, que había expresado su dolor a través de Facebook también había escrito una carta a Papa Francisco. Al otro lado de la línea estaba verdaderamente el Papa.
“Il Messaggero” contó la historia. Ferrari desencadenó su alegría por la llamada del Papa a través de las redes sociales: «“Hola, Michele, soy Papa Francisco...” Una emoción única. Me dijo que lloró cuando leyó la carta que le envié»
Refiriéndose al asesinato de su hermano, Michele había escrito en Facebook: «Cuanto más pasa el tiempo, más aumenta el dolor. Siempre te he perdonado todo, pero esta vez no, Dios, esta vez no te perdono». Y fue justamente entonces cuando decidió escribir una carta al Papa, sin imaginarse nunca que pudiera llegar una respuesta directa del Pontífice.
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